Pasaron un par de días y las sensaciones siguen estando a flor de piel. En la previa, los nudos en el estómago y el olor mentolado del gel para preparar los músculos. En los últimos kms, los cuádriceps al borde del calambre y las reservas de glucógeno muscular casi en cero, donde comenzaba una guerra contra la cabeza que decía basta.
Quienes lean esto y no hayan experimentado el placer de correr, podrán decirnos loquitos masoquistas, y tienen razón. Hay quienes sostienen que el desgaste de preparar y correr un maratón no es saludable, y menos aún para los que la preparamos de forma autodidacta. Pero no me cabe dudas que nos permite desafiar los límites del cuerpo y fortalecer la cabeza.
El sábado previo a la carrera, gracias a la invitación de la gran Jennifer alias "Afro" y los "Pachorra", tuve el gusto de conocer un grupo espectacular que me recibió como uno más. Fui testigo del trabajo en equipo para apoyar a Magdalena, una de las integrantes que debutaba en la distancia reina, comunión pocas veces vista.
De izquierda a derecha: Magdalena, Jennifer, Federico, Silvia, Fernando, Santiago, Javier y Dayana.
El sábado se transformaba en domingo y al llegar al hotel no quedaba mas que acostarse, poner tres despertadores por las dudas y tratar de dormir unas 5 horitas.
Por fin el día tan esperado, la madrugada del domingo nos recibía fría, nublada y ventosa, pero la motivación estaba a tope y no importaba nada.
Rumbo al arco de largada de los 42K me encuentro con Magda y Santiago, charlamos unos minutos, nos dimos ánimo y luego abrazo con Franca, compañera de acero en los fondos rambleros con la que compartimos muchas semanas de preparación para nuestra primera maratón, en su caso en Floripa el domingo que viene, arriba!!
No quedaba nada, últimos minutos de charla con los Halcones Nacho y Eugenio, ya experientes maratonistas y a buscar lugar detrás del arco.
Apenas pasadas las 8 am se largó, salí tranquilo sin un objetivo concreto de tiempos, la idea era llegar. Luego del primer kilómetro siento unas carcajadas a mis espaldas, era un pelotón que venía siguiendo a los marcadores de paso que llevaban como objetivo las 4h:30min. Me les prendí como una garrapata y terminó siendo una decisión clave.
Como se ve en las fotos, veníamos muy motivados y daba para gastar alguna energía extra.
Fotógrafo César Tubino. |
Fotógrafa Dayana Castro. |
A medida que pasaban los kms, el cansancio bajaba los decibeles de las charlas y algún integrante del grupo iba quedando atrás, allí surgió el gran trabajo de los pacers Analhia y Miguel para alentar y tratar de mantener compacto al grupo.
Fotógrafa Dayana Castro. |
Durante la carrera vi gestos de gran compañerismo como el de Carlos, que compartió un ibuprofeno con Romy que venía quedándose por un dolor en la rodilla y luego pudo recuperarse e incluso adelantar al pelotón.
En varios puestos de hidratación me encontré con el aliento de la "Afro" y los "Pachorra" que esperaban a Magda. Ligué unas cuantas fotos, gracias Dayana!
Nos arrimábamos al mítico kilómetro 32, donde todos dicen que empieza otra carrera, confirmado. Al tomar la rambla rumbo al este nos encontramos con un viento fuerte en contra. El grupo a esa altura se estaba dividiendo entre los que podían mantener el paso objetivo adelante con Analhía y los que veníamos rezagados atrás con Miguel haciendo lo posible para motivarnos y no aflojar.
En uno de los últimos puestos tomé Gatorade y sentí un pico de energía que me ayudó a subir el ritmo e intentar unirme a los de adelante, el grito de VAMOS CARBONERO!! de Miguel me dio el empuje para darles captura.
De ahí en más no recuerdo muchas cosas, estaba exausto y por momentos sentía como se me agarrotaban los cuádriceps.
En eso escucho que Miguel dice "ya está, quedan solo 3 kms, un paseo", pasaron en cámara lenta pero sirvieron para recordar los últimos meses de preparación en invierno en la cruda rambla montevideana.
Ahora si ya no quedaba nada, faltaban 200 metros y los pacers con gran generosidad me dejaron despegarme adelante solo. Casi llegando siento el grito de Franca que se quedó para regalarme el último aliento, gracias rubia!!
Fotógrafa Dayana Castro. |
Sin dudas voy a recordar por siempre esta experiencia, felicitaciones a los organizadores, espero sea la primera de muchas maratones, nos vemos en carrera!
Fotógrafa Dayana Castro. |